El segundo día del juicio contra Josef Fritzl por haber
encerrado y violado a su hija Elisabeth durante 24 años en un sótano, el 'Carcelero de Amstetten' ha vuelto a repetir el guión de la jornada previa. Si todo sigue según lo previsto, el jueves por la tarde podría haber veredicto.
El conocido como 'Carcelero de Amstetten', de 73 años, llegó a la Audiencia Provincial de Sankt Pölten, que acoge el proceso, a las 09.04 (08.04 GMT) escoltado por dos agentes policiales.
Al igual que hizo este lunes en la apertura del juicio, Fritzl —algo más bajo de lo que muchos pensaban antes del mediático juicio— ocultó la cara tras un archivador azul y
no ha contestado a las preguntas del único equipo de periodistas, de la televisión austríaca ORF, al que se permitió brevemente el acceso a la sala.
Rudolf Mayer, el letrado de la defensa, justificó la actitud de su cliente: "Simplemente se ha avergonzado".
A diferencia de lo que hiciera en la
primera sesión del juicio —en la que Fritzl habló de su infancia: "Mi madre me maltrataba"—, en esta segunda jornada el 'monstruo de Amstetten' no ha hablado.
"Ya lo ha dicho todo", ha dicho su abogado.
La sesión de este martes, dentro del proceso que juzga a Fritzl por los delitos de asesinato por omisión de socorro, esclavitud y violación, entre otros, se celebra a puerta cerrada para proteger la intimidad de las víctimas.
El vídeo de Elisabet, prueba clave
El jurado popular sigue visionando el vídeo —de 11 horas de duración— con el
testimonio de Elisabeth durante sus 24 años de encierro y su vida y la de los siete hijos que dio a luz
en el sótano.
Elisabeth, que no comparecerá en el juicio, es el principal testigo de un proceso que
podría quedar resuelto antes de lo previsto. "Los alegatos finales podrían tener lugar el jueves por la mañana y de este modo podríamos esperar tener un veredicto el jueves por la tarde", ha dicho en rueda de prensa el vicepresidente del tribunal regional, Franz Cutka, en calidad de portavoz.
Además de la hija encerrada,
también se ha visionado el testimonio de un hermano de Elisabeth, un vídeo del que nunca se había hablado hasta ahora.
La muerte poco después de nacer de uno de los bebés es la base de la Fiscalía para acusar a Fritzl de asesinato, al entender que
ignoró los problemas respiratorios del bebé y no dispuso la atención médica que podría haber salvado al recién nacido. Este cargo podría suponer una condena de cadena perpetua.
En esta segunda jornada, también ha testificado un neonatólogo sobre la posible responsabilidad de Fritzl en el fallecimiento del bebé. Otros tres peritos testificarán este miércoles, esta vez en una sesión que sí será abierta: un psiquiatra, sobre el estado mental del acusado, y dos técnicos en electrónica, sobre el sistema de acceso y ventilación al sótano donde Elisabeth vivió una pesadilla durante 24 años.